Las teorías constructivistas de la educación se basan en la idea de que los estudiantes construyen su propio conocimiento a través de la experiencia y la interacción con su entorno. Según esta perspectiva, el papel del maestro es facilitar y guiar este proceso de construcción de conocimiento, en lugar de simplemente impartir información de forma pasiva. Los constructivistas creen que el aprendizaje es un proceso activo en el que los estudiantes tienen un papel activo en su propio aprendizaje. La teoría constructivista también destaca la importancia del aprendizaje social y el diálogo colaborativo entre los estudiantes para construir conocimiento.
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